Esguince de rodilla y tobillo

Se conoce por esguince a la distensión de la las estructuras capsulares y ligamentosas de la articulación por un movimiento forzado que supera los límites fisiológicos. La articulación más afecta es la del tobillo, siendo más frecuente el esguince lateral externo.

La sintomatología dependerá de la gravedad de la afectación: Grado I o leve: Inflamación y dolor, con posible sensación de inestabilidad. Grado II o moderado: Inflamación y dolor, con posible hematoma e impotencia funcional así como inestabilidad. Grado III o grave: Inflamación y dolor, con posible hematoma, impotencia funcional total o casi total con inestabilidad.

 

 

¿Cómo puede producirse un esguince de tobillo o rodilla y que grados de gravedad conlleva ?

Puede producirse de forma indirecta, al realizar un gesto con mala posición, o de forma directa al recibir un traumatismo que provoque la distensión. Puede clasificarse en tres niveles dependiendo de su gravedad:

Grado I o leve: Elongación del ligamento sin rotura.

Grado II o moderado: Rotura de algunas fibras del ligamento por la elongación.

Grado III o grave: Existe rotura ligamentos completa.

 

El tratamiento dependerá de la gravedad del esguince y de las zonas afectas.

El proceso de curación ligamentaria puede ir de las 6 semanas a los 3 meses.

En la mayoría de los casos tras pasar las 6 semanas se observa hiperlaxitud articular.

El esguince debe ser controlado y examinado durante los primeros días y reevaluar la afectación tras 4 o 5 días que baje la inflamación de las estructuras.

 

 

¿De qué forma planificamos un tratamiento de esguince de tobillo o rodilla?

El tratamiento consistirá en controlar la inflamación y el dolor mediante la elevación del miembro, drenajes linfáticos, crioterapia, vendaje compresivo y neuromuscular, y control de la carga.

La puesta en carga progresiva es vital para la readaptación y reparación del ligamento. Debe evitarse los largos periodos de inmovilización con un control multidisciplinar de la afectación.

En los casos de esguince de grado III puede contemplarse el tratamiento quirúrgico.

El tratamiento preventivo sobre la propiocepción y la estabilidad articular son claves para el proceso de tratamiento y para prevenir posibles recidivas.

Es por ello, que como última fase, debemos centrarnos en el tratamiento de neuromodulación junto a un programa de rehabilitación deportiva.

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