¿Cuándo me voy a curar? Esta es una pregunta que muchas personas enfermas se realizan. Para saber la respuesta hay que estudiar la fisiología del cuerpo humano. Esta fisiología va a depender de muchos factores, algunos controlables y otros no. Por lo que se entiende que la respuesta es muy difícil.
Si hablamos de curación o cicatrización tenemos que tener en cuenta tres variables básicas: la inervación, la célula y el aporte sanguíneo.
El sistema nervioso manda información desde, y hacia la célula. Indica cómo se encuentra ésta (sistema sensitivo) y da una respuesta a través de los músculos (sistema motor) y otra, muy importante en este tema, para la regulación de la homeostasis del medio (sistema autónomo). Por tanto, este sistema nervioso va a regular el metabolismo del tejido lesionado.
Por otro lado, la célula va a ser la encargada de la regeneración y cicatrización del tejido, es decir, de su nivel metabólico, por lo que si estamos ante un tejido con presencia de muchas células (ejemplo, el músculo o la piel) la regeneración será mayor, en cambio, si estamos ante un tejido con menor presencia de células y más presencia de tejido conectivo (colágeno) la regeneración serás más lenta (ejemplo, el tendón y el ligamento).
Y el tercer factor más importante es la irrigación. Se entiende que el aporte sanguíneo va a llevar a la zona lesionada los nutrientes y células inmunitarias necesarias para una correcta cicatrización o regeneración del tejido, además de evacuar los productos de desechos del intenso metabolismo celular. Tejidos con una irrigación rica serán antes reparados que tejidos con una irrigación pobre, por ejemplo, el músculo tendrá una curación más rápida que el tendón, atendiendo a este factor.
Explicado estas variables, la ciencia nos arroja algo de luz sobre las fases que se desarrollan en el proceso curativo y sus tiempos, es decir, cuando me voy a curar. Vamos a explicarlas, pero teniendo en cuenta que siempre serán orientativas.
De forma general podemos establecer tres fases:

Fase inflamatoria: día 0 a día 7. En esta fase el organismo va a destinar principalmente células inmunitarias a la zona de la lesión para prevenir una posible infección, fagocitar las células dañadas y los productos de desechos del metabolismo celular. Esta fase generalmente es dolorosa. Y es un dolor evolutivo normal. Este dolor es mayor al inicio de la lesión y va desapareciendo conforme los tejidos se van curando. Es un dolor limitante para reducir el riesgo de realizar nuevamente el gesto de la lesión.
Fase de proliferación: día 3 a día 14. Aquí se lleva a cabo la reparación de la zona lesionada. Las células crearán una cicatriz inicial siendo la formación de ésta dependiente de la carga. Por lo que la carga debe ser progresiva. Debemos saber que nuestras células se estimulan ante el movimiento.
Fase de remodelación: día 14 a 6 meses. Durante esta fase las células se van a organizar en un patrón morfológico característico del tejido. Se van a orientar y organizar entre ellas para dar las propiedades mecánicas necesarias para la transmisión de fuerza del tejido. Por lo que las adaptaciones a la carga es lo fundamental. Nuevamente el movimiento es la clave de una curación exitosa.
Dada todas estas características, cada tejido va a tener unos tiempos independientes de curación. Siendo el músculo o la piel los que más rápidos se regeneran, siguiendo el hueso, ligamentos y tendones y por último el nervio que su curación puede llegar a tardar años.
Teniendo claro que después de la lesión de un tejido del sistema neuromusculoesquelético se va a producir estas fases, el fisioterapeuta es el profesional sanitario que mejor te puede ayudar en todo el proceso de la curación.
Los beneficios de la fisioterapia son muchos en este campo. Desde la fisioterapia se va a poder manejar las variables de mejora de la información sensitivo-motora y poder aumentar la temperatura, mediante agentes térmicos y ejercicio, de la zona deseada para un mayor aporte sanguíneo.
Y es también el fisioterapeuta el mejor cualificado para respetar los tejidos en sus diferentes fases de curación y adaptar las cargas mecánicas adecuadas tanto en tipo de carga como volumen de carga al tejido concreto. Por ejemplo, para la regeneración ósea son importantes las cargas compresivas y para el ligamento son más importantes las cargas tensiles.
Así que, tras una lesión de cualquier tejido, ponte en manos de la fisioterapia en Málaga, pues son muchos los beneficios de la fisioterapia para la salud. Si te preguntas «¿cuándo me voy a curar?» ten paciencia, respetando los plazos de recuperación. Déjate guiar y se responsable con el movimiento porque te dará los éxitos en tu curación.
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